Infertilidad masculina: causas, diagnóstico y tratamiento

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escrito por Zappelphilipp Marx10 de junio de 2025
Análisis de una muestra de semen en el laboratorio

La infertilidad masculina se refiere a la capacidad reducida de un hombre para embarazar a su pareja. Se diagnostica cuando, pese a no existir problemas identificables en la mujer, no se consigue el embarazo o los análisis de semen repetidos muestran resultados anormales. Los hombres contribuyen aproximadamente al 40 % de los casos de infertilidad en la pareja.

Infertilidad primaria y secundaria

Infertilidad primaria describe a parejas que nunca han logrado concebir.
Infertilidad secundaria describe a parejas que han concebido en el pasado pero ya no logran embarazarse de nuevo.

Causas principales

Las causas más comunes se agrupan en las siguientes categorías:

1. Varicocele

Dilatación de las venas en el escroto que provoca la acumulación de calor y afecta la producción de espermatozoides.

  • Diagnóstico: Ultrasonido escrotal o examen físico (Guía de la EAU).
  • Tratamiento: Ligadura microquirúrgica o embolización percutánea.

2. Trastornos hormonales

Bajos niveles de testosterona (hipogonadismo) o alteraciones en LH/FSH que impiden la producción de espermatozoides.

  • Diagnóstico: Pruebas de sangre para medir testosterona, LH, FSH y TSH (PubMed 2016).
  • Tratamiento: Terapia de reemplazo hormonal o ajuste de medicamentos.

3. Factores genéticos

Anomalías cromosómicas (p. ej. síndrome de Klinefelter) o microdeleciones en el cromosoma Y que reducen significativamente la cantidad y calidad de espermatozoides.

  • Diagnóstico: Cariotipo y pruebas de PCR (PubMed 2013).
  • Asesoría: Consejería genética para orientar la planificación familiar.

4. Infecciones

Infecciones como clamidia, gonorrea o parotiditis que inflaman el tracto reproductor y los testículos.

  • Diagnóstico: Pruebas de hisopado o de orina y detección de anticuerpos (Guías de ETS del CDC).
  • Tratamiento: Inicio rápido de antibióticos o antivirales.

5. Trastornos de la eyaculación y la erección

Condiciones como eyaculación retrógrada o disfunción eréctil que impiden la liberación adecuada del semen.

  • Diagnóstico: Evaluación urológica y de salud sexual.
  • Tratamiento: Inhibidores de PDE5, terapia de inyección o consejería psicosexual.

6. Trastornos metabólicos

Diabetes, obesidad y enfermedades crónicas de hígado o riñones que alteran el equilibrio hormonal y la espermatogénesis.

  • Diagnóstico: Pruebas de glucosa y perfil de lípidos, evaluación de IMC.
  • Tratamiento: Modificación del estilo de vida, control de peso y manejo óptimo de las condiciones subyacentes.

7. Peso y nutrición

El exceso de grasa corporal puede elevar los niveles de estrógeno y reducir la testosterona. Una dieta rica en nutrientes favorece la salud del esperma.

  • Alta en antioxidantes: bayas, frutos secos, verduras de hoja verde (vitaminas C y E, zinc, selenio).
  • Macronutrientes equilibrados: proteínas de calidad y cereales integrales.

8. Exposiciones ambientales y laborales

Sustancias químicas, solventes, metales pesados y calor prolongado que dañan el tejido testicular.

  • Use ropa protectora en laboratorios o al manipular pesticidas.
  • Evite baños muy calientes o saunas antes de entregar la muestra de semen.

9. Daño en el ADN espermático

El estrés oxidativo puede fragmentar el ADN de los espermatozoides y reducir su capacidad de fertilización.

  • Diagnóstico: Pruebas de fragmentación de ADN.
  • Tratamiento: Suplementación con antioxidantes (vitaminas C y E, zinc, selenio) y manejo del estrés.

10. Anomalías congénitas

Condiciones como testículos no descendidos o anomalías congénitas de los conductos que afectan la fertilidad.

  • Diagnóstico: Historia clínica y examen físico.
  • Tratamiento: Corrección quirúrgica o técnicas de reproducción asistida.

Recomendaciones de estilo de vida

Además del tratamiento médico, adoptar hábitos saludables puede mejorar notablemente la fertilidad.

  • Ejercicio: Realice 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada para mejorar la circulación y el equilibrio hormonal.
  • Dieta: Incluya frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales para asegurar una buena ingesta de nutrientes.
  • Control de peso: Mantenga un IMC entre 20 y 25 para reducir la inflamación y optimizar los niveles de testosterona.
  • Sueño y estrés: Duerma 7–8 horas y practique técnicas de relajación para disminuir el cortisol y favorecer la espermatogénesis.

Evaluación diagnóstica

  1. Análisis de semen según las directrices de la OMS
  2. Perfil hormonal (testosterona, LH, FSH, TSH, prolactina)
  3. Ecografía andrológica
  4. Detección de infecciones (clamidia, gonorrea, parotiditis)
  5. Pruebas genéticas si hay resultados anormales
  6. Valoración de varicocele

Tratamiento y técnicas de reproducción

Las opciones quirúrgicas, las terapias hormonales y procedimientos como ICSI o FIV ofrecen alternativas adicionales. En ICSI se inyecta un solo espermatozoide directamente en el óvulo, siendo especialmente eficaz con recuentos bajos de espermatozoides (Estudio 2018).

Lista de comprobación práctica

  • Prepare su muestra de semen y los resultados de las pruebas correspondientes
  • Lleve los informes hormonales y de ecografía a su cita
  • Programe consultas con un urólogo y un andrólogo
  • Verifique la cobertura de su seguro y las opciones de reembolso

Conclusión

La infertilidad masculina es un problema complejo pero a menudo tratable. Una evaluación exhaustiva, un plan de tratamiento personalizado y hábitos de vida saludables pueden mejorar significativamente los resultados. Busque atención especializada a tiempo y aproveche las técnicas modernas para cumplir sus objetivos familiares.

Preguntas frecuentes (FAQ)

La infertilidad masculina es la disminución de la capacidad de un hombre para causar un embarazo, pese a mantener relaciones sexuales regulares sin protección durante al menos doce meses, sin factores femeninos identificables.

Se recomienda una evaluación después de un año de intentos fallidos, o después de seis meses si tiene más de 40 años o factores de riesgo conocidos.

Un análisis de semen evalúa el recuento, la motilidad y la morfología de los espermatozoides, entre otros parámetros, según las normas de la OMS.

De acuerdo con las guías de la OMS, un análisis normal debe mostrar al menos 15 millones de espermatozoides por mililitro, motilidad superior al 40 % y morfología superior al 4 %.

Un varicocele es la dilatación anormal de las venas escrotales que eleva la temperatura y perjudica la producción de espermatozoides.

Mediante análisis de sangre para medir testosterona, LH, FSH, TSH y, en ocasiones, prolactina, por la mañana.

El cariotipo y las pruebas de PCR para microdeleciones del cromosoma Y pueden identificar condiciones genéticas como el síndrome de Klinefelter.

Por medio de pruebas de orina o hisopado y ensayos de anticuerpos para clamidia, gonorrea y parotiditis.

La evaluación por un urólogo puede conducir a tratamientos que incluyen medicamentos, terapias físicas y consejería.

El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas y el estrés crónico pueden disminuir la calidad del esperma.

La exposición a pesticidas, disolventes, metales pesados y calor extremo puede afectar negativamente la fertilidad.

La ICSI está indicada en casos de recuentos muy bajos de espermatozoides o problemas graves de motilidad para ayudar a lograr la fertilización.

Sí, el exceso de grasa corporal eleva los niveles de estrógeno y reduce la testosterona, lo que puede perjudicar la producción de espermatozoides.

Antioxidantes como las vitaminas C y E, el zinc y el selenio pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y mejorar la calidad del esperma.

Muchas causas son tratables, desde cirugía y terapia hormonal hasta cambios en el estilo de vida y técnicas de reproducción asistida.