Esperma no vacunado vs. vacunado – Datos sobre la calidad del esperma después de la vacunación contra COVID-19

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Zappelphilipp Marx

La pandemia de COVID-19 no solo cambió nuestra vida diaria, sino que también planteó preguntas sobre la Capacidad reproductiva . En particular, la discusión sobre “esperma no vacunado vs. vacunado” está llena de mitos. ¿Qué dice realmente la investigación? En este artículo aclaramos, despejamos malentendidos y explicamos qué factores realmente influyen en la Calidad del esperma .

Por qué la calidad del esperma es decisiva: fundamentos

Los espermatozoides son células especializadas que llevan el material genético masculino al óvulo. Cada espermatozoide tiene un papel clave: aporta el 50 % del material genético para una nueva vida.

La Calidad del esperma se evalúa según estos cuatro parámetros:

  • Concentración: Cantidad de espermatozoides por mililitro de eyaculado
  • Motilidad: Movilidad y avance
  • Morfología: Proporción de espermatozoides con forma normal
  • Integridad del ADN: Integridad del material genético

Estos valores reaccionan sensible a Enfermedades, Estilo de vida y Factores ambientales. Pero, ¿también influye el Vacunación contra COVID-19 en los espermatozoides?

Estado de la investigación sobre la vacunación COVID-19 y la calidad del esperma

Investigadores de todo el mundo están estudiando si las vacunas de ARNm y vectores modifican la calidad del esperma. El mensaje claro es: No hay indicios de daños permanentes.

Un estudio de JAMA comparó (Gonzalez et al. 2021) en 45 hombres sanos los parámetros antes y después de la vacunación con ARNm y no encontró sin diferencias significativas en concentración, motilidad o morfología (Gonzalez DC et al. 2021).

Una revisión sistemática de 24 estudios (Chen et al. 2023) mostró: Ni las vacunas de ARNm ni las de vectores tienen efectos clínicamente relevantes sobre el número de espermatozoides, la motilidad o la integridad del ADN. Más información

Infección por COVID-19 vs. vacunación: riesgo y protección

Un estudio de cohorte demostró: Infecciones por SARS-CoV-2 pueden reducir temporalmente todos los parámetros del esperma y causar rupturas en el ADN, mientras que la vacunación no muestra tales efectos (Yuan et al. 2025) Leer estudio.

Por eso, la OMS y el CDC recomiendan: Vacunarse no solo protege contra COVID-19, sino también indirectamente tu fertilidad. CDC: Recomendación de vacunación para deseo de tener hijos

Estudios a largo plazo y nuevas vacunas COVID-19

Paralelamente a las vacunas de ARNm y vectores ya evaluadas, se están realizando varios estudios a largo plazo —por ejemplo, en universidades de Canadá y Japón— que acompañan a hombres durante 12 meses y recogen muestras y datos de salud regularmente para descartar efectos muy raros.

Además, se están evaluando vacunas basadas en proteínas (p. ej., Novavax) y otras plataformas. Los primeros datos de respuesta inmune muestran alta efectividad con efectos secundarios leves. Como estas vacunas tampoco penetran en el tejido gonadal, los expertos no esperan afectación en la calidad del esperma. Los resultados se publicarán en revistas especializadas en los próximos meses.

Estilo de vida y medio ambiente: factores para una calidad saludable del esperma

Quien quiera promover su fertilidad debería prestar atención a los siguientes aspectos:

  • Alimentación: Mucha fruta, verduras y ácidos grasos Omega-3; evitar alcohol y nicotina
  • Movimiento y peso: Deporte regular y IMC saludable
  • Manejo del estrés: Técnicas de relajación como yoga o meditación
  • Medio ambiente: Reducir el contacto con pesticidas, metales pesados y productos químicos

Perspectiva: Monitoreo a largo plazo de la calidad del esperma

Organismos reguladores como la OMS y equipos de estudio independientes monitorean continuamente posibles efectos a largo plazo. Hasta ahora no hay indicios de daños duraderos, ya que las vacunas no alteran las células germinales.

Consejos prácticos: espermiograma y chequeo de fertilidad

Quien quiera verificar seriamente su fertilidad debería realizar un espermiograma aproximadamente tres meses después de completar la serie de vacunación. Dado que la maduración del esperma dura alrededor de 72–90 días, el resultado refleja bien la calidad actual.

  • Preparación: 2–7 días de abstinencia sexual antes de la obtención de la muestra.
  • Elección del laboratorio: Un centro de andrología o urología con laboratorio acreditado garantiza parámetros confiables.
  • Control regular: Se recomienda repetir cada 6 meses en caso de infertilidad.
  • Asesoramiento: Un urólogo o andrólogo puede explicar los resultados y, si es necesario, sugerir opciones de tratamiento como optimización del estilo de vida o terapia hormonal.

Literatura y enlaces adicionales

  1. Gonzalez DC et al. Parámetros del esperma antes y después de la vacunación COVID-19 mRNA. JAMA 2021.
  2. Chen YX et al. Efectos de las vacunas SARS-CoV-2 en la calidad del esperma: Revisión sistemática. JMIR Vigilancia de Salud Pública 2023.
  3. Yuan L et al. La infección por COVID-19 se asoció con mala calidad del esperma. Informes Científicos 2025.
  4. CDC: Vacunación COVID-19 para personas con deseo de tener hijos. 2024.

Conclusión

Estudios científicos demuestran: Vacunas COVID-19 no afectan la calidad del esperma de forma duradera. Mucho más decisivos son un estilo de vida saludable, manejo del estrés y chequeos regulares. En caso de necesidad de asesoramiento individual, el urólogo o andrólogo son los contactos adecuados.

Descargo de responsabilidad: El contenido de RattleStork se brinda solo con fines informativos y educativos generales. No constituye asesoramiento médico, legal ni profesional; no se garantiza un resultado específico. El uso de esta información es bajo su propia responsabilidad. Consulte nuestro descargo de responsabilidad completo.

Preguntas frecuentes (FAQ)

No. Numerosos estudios, entre ellos JAMA 2021 y JMIR 2023, documentan sin cambios permanentes de los parámetros espermáticos después de vacunas de ARNm o vectores.

Para hombres sanos hay no hay recomendación general para la criopreservación antes de la vacunación. La congelación solo es recomendable en caso de otros factores de riesgo (p. ej., quimioterapia).

Los datos actuales muestran no hay efectos negativos adicionales por las vacunas de refuerzo. La respuesta inmunitaria aumentada no afecta mensurablemente la espermatogénesis.

Sí. La fiebre y la inflamación durante una infección por SARS-CoV-2 pueden reducir temporalmente. Los estudios muestran una recuperación después de 2–3 meses.

Las clínicas de fertilidad reportan no hay diferencias en las tasas de embarazo entre pacientes vacunados y no vacunados. Lo decisivo son los valores normales en el espermiograma.

No. Los bancos de esperma pagan según la calidad (concentración, motilidad, chequeo de salud), no según el estado de vacunación. Las afirmaciones sobre un "valor oro" son mitos.

Se pueden medir cantidades pequeñas de SARS-CoV-2-IgA a corto plazo en el eyaculado (p. ej., Fertility & Sterility 2024), sin efectos mensurables en la función espermática.

El riesgo de anticuerpos antispermatozoides según los datos actuales es no elevado. La respuesta inmunitaria permanece sistémica y no se dirige a las células germinales.

Ambos tipos de vacunas mostraron en estudios sin diferencias clínicamente relevantes en sus efectos sobre los parámetros espermáticos. Los mecanismos actúan independientemente del tipo de vector.

Después de enfermedades por COVID-19, la concentración y la motilidad suelen normalizarse dentro de 2–3 meses. Los daños raros en el ADN se regeneran en el mismo período.

Investigaciones actuales muestran que la vacunación no tiene efectos negativos sobre los niveles de testosterona u otras hormonas.

Si hay preocupación por la fertilidad, un espermograma puede servir para tranquilizar. Sin embargo, no hay una recomendación general para ello.

La fiebre alta puede reducir temporalmente la motilidad y la concentración. Estos efectos suelen desaparecer en pocas semanas.

Actualmente no hay datos que recomienden un intervalo óptimo entre vacunas desde la perspectiva de la espermatogénesis.

Los suplementos pueden favorecer la fertilidad general, pero no son una protección específica contra posibles efectos secundarios de la vacuna.

Los casos individuales no fueron documentados sistemáticamente y no están causalmente relacionados con la vacunación. Los estudios de control no muestran un mayor riesgo.

A corto plazo, la vacunación puede causar valores de motilidad mínimamente alterados, por ejemplo, debido a reacciones sistémicas leves como fiebre o inflamación. Estos efectos suelen ser temporales y desaparecen en 1–2 semanas. A largo plazo, todos los estudios de cohortes y seguimiento durante 6–12 meses muestran ninguna afectación significativa en concentración, motilidad o morfología.

Las sociedades científicas recomiendan completar el ciclo completo de vacunación (por ejemplo, dos dosis de ARNm) sin tiempo de espera adicional. Entre la inmunización básica y el refuerzo, generalmente son suficientes los intervalos indicados por los fabricantes (por ejemplo, 3–6 meses). No es necesario un intervalo separado para los procesos de espermatogénesis relacionados con la fertilidad.

Las vacunas basadas en proteínas como Novavax activan el sistema inmunológico mediante proteínas Spike purificadas en lugar de ARNm o vectores virales. Los estudios hasta ahora muestran perfiles comparables de seguridad y eficacia sin efectos específicos sobre la calidad del esperma. Dado que las vacunas de proteínas tampoco penetran en las células germinales, es poco probable que afecten la espermatogénesis.

La falta de movimiento, horarios de trabajo irregulares y el aumento del estrés en el teletrabajo pueden afectar negativamente los parámetros del esperma. Los estudios muestran que un estilo de vida sedentario se correlaciona con motilidad reducida y un aumento de la fragmentación del ADN. El ejercicio regular, las pausas y la ergonomía ayudan a minimizar estos efectos.

Las inflamaciones autoinmunes o virales como el herpes zóster pueden reducir temporalmente la calidad del esperma y los niveles hormonales. Sin embargo, si se tratan adecuadamente, los parámetros suelen normalizarse en 2–3 meses. No se ha demostrado una relación directa con la vacunación contra COVID-19.

Estudios comparativos entre fabricantes de ARNm (Pfizer vs. Moderna) y vacunas vectoriales (AstraZeneca) muestran sin diferencias relevantes en concentración, motilidad o morfología. Todas las vacunas aprobadas han sido evaluadas de forma independiente y se consideran igualmente seguras para la fertilidad masculina.