Diagnóstico genético preimplantacional 2025 – Proceso, costos y legislación en Argentina

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Zappelphilipp Marx
Blastocisto bajo el microscopio durante una biopsia de trofoectodermo en un laboratorio de fertilización asistida

El diagnóstico genético preimplantacional (DGP), también llamado preimplantation genetic testing (PGT), permite estudiar el material genético de los embriones antes de transferirlos al útero. Para parejas con alto riesgo de enfermedades hereditarias graves o abortos recurrentes, puede reducir la probabilidad de tener un embarazo afectado o de atravesar múltiples pérdidas antes de lograr un nacimiento. Esta guía explica de forma clara cómo funciona el DGP en Argentina, para quién está indicado, qué costos son realistas en pesos argentinos y cuáles son los límites legales y de cobertura del sistema de salud.

¿Qué es exactamente el diagnóstico genético preimplantacional?

En un ciclo de FIV o ICSI con DGP se cultivan embriones en el laboratorio y, en una etapa avanzada de desarrollo, se extraen unas pocas células para analizarlas genéticamente. Recién después se decide qué embriones se transfieren al útero. En el lenguaje médico actual se habla sobre todo de preimplantation genetic testing (PGT). Sociedades como la ESHRE y sociedades argentinas de medicina reproductiva y genética publican recomendaciones de calidad para estas técnicas.

Importante: el DGP no reemplaza los controles del embarazo ni las pruebas prenatales habituales. Puede disminuir el riesgo de ciertas enfermedades genéticas y de algunos abortos espontáneos, pero no garantiza al 100 % tener un bebé sano ni un embarazo sin complicaciones.

Glosario rápido DGP & PGT

  • DGP / PGD – término clásico para el estudio genético de embriones antes de la transferencia.
  • PGT-M – estudio dirigido a una enfermedad monogénica concreta, por ejemplo fibrosis quística, atrofias musculares o ciertas hemoglobinopatías.
  • PGT-A – estudio de alteraciones en el número de cromosomas (aneuploidías), como trisomía 21 o 18.
  • PGT-SR – estudio en casos de reordenamientos estructurales de los cromosomas, como translocaciones equilibradas.
  • niPGT-A – variante no invasiva que analiza ADN libre en el medio de cultivo en lugar de células biopsiadas.

¿Para quién tiene sentido el DGP en Argentina?

En la práctica argentina, el DGP se ofrece sobre todo en situaciones médicas bien definidas. Ejemplos frecuentes:

  • Mutación genética conocida en la familia con alto riesgo de enfermedad hereditaria grave (por ejemplo, algunas enfermedades neuromusculares o hematológicas).
  • Alteraciones estructurales importantes de los cromosomas (translocaciones equilibradas, inversiones) en uno de los progenitores.
  • Antecedentes de uno o varios embarazos afectados por enfermedades genéticas o cromosómicas graves.
  • Abortos espontáneos recurrentes, óbitos o fallas de implantación con sospecha de causa genética.
  • Edad materna avanzada con varios intentos de FIV fallidos, donde se plantea PGT-A para seleccionar embriones euploides.

Si bien algunos centros privados ofrecen PGT-A de forma más amplia, las recomendaciones éticas y las guías nacionales insisten en valorar cada caso en forma individual, explicando con honestidad los beneficios esperados y las limitaciones de la evidencia disponible.

Cómo se desarrolla un ciclo con DGP en la práctica

  1. Asesoramiento genético e indicación – un equipo de reproducción asistida y, si es posible, un genetista clínico revisan la historia personal y familiar, explican si el DGP es razonable y qué tipo de PGT (M, A, SR) se ajusta a la situación. En PGT-M puede requerirse ADN de familiares.
  2. Estimulación ovárica – durante unos 8–12 días se administran hormonas para que varios folículos se desarrollen en paralelo; ecografías y análisis de sangre ayudan a ajustar dosis y reducir riesgos.
  3. Punción folicular y fecundación – los óvulos se extraen mediante punción vaginal bajo sedación y se fecundan en el laboratorio (FIV o ICSI). Los embriones se cultivan en incubadoras con condiciones muy controladas.
  4. Cultivo embrionario y biopsia – en día 5 o 6, cuando el embrión es un blastocisto, se toman algunas células del trofoectodermo, la capa externa que formará la placenta. La masa celular interna, de la que se desarrollará el bebé, no se toca. En niPGT-A se analiza el medio de cultivo en lugar de hacer biopsia.
  5. Análisis genético – laboratorios especializados analizan el material genético, por lo general con secuenciación de nueva generación u otras tecnologías avanzadas. Los resultados suelen estar disponibles en algunos días.
  6. Transferencia o criopreservación – los embriones considerados aptos según el estudio genético y la valoración del laboratorio se transfieren de a uno al útero o se vitrifican para transferencias en ciclos posteriores.

Costos en Argentina 2025

Un ciclo de FIV con DGP es sensiblemente más caro que una FIV estándar, porque agrega pruebas genéticas complejas y más trabajo de laboratorio. Los valores varían según la ciudad, el centro y el laboratorio genético, y dependen del número de embriones analizados y del tipo de PGT.

ConceptoCostos típicos 2025 (ARS)¿Qué incluye?
Asesoramiento genético y diseño del test$300.000–$900.000Consultas con genética, revisión familiar, coordinación con el laboratorio y diseño de PGT-M o PGT-SR.
PGT-M / PGT-A / PGT-SR$1.200.000–$2.500.000Análisis genético de un lote de embriones, bioinformática y entrega de informes.
Ciclo de FIV / ICSI (centro privado)$1.400.000–$2.800.000Controles, punción, laboratorio de FIV y una transferencia en una clínica privada de alta complejidad.
Medicaciones de estimulación$800.000–$1.800.000Gonadotropinas, medicación de apoyo y disparo ovulatorio, según dosis y cobertura de obra social o prepaga.
Criopreservación y almacenamiento$150.000–$350.000 al añoVitrificación de embriones y cuota anual de mantenimiento en tanque de nitrógeno.
niPGT-A / time-lapse (opcional)$250.000–$600.000Acceso a incubadores con time-lapse, upgrades a PGT no invasivo u otras tecnologías avanzadas.

La Ley 26.862 de Reproducción Médicamente Asistida reconoce el acceso a los tratamientos como parte de la cobertura de salud, pero la implementación práctica varía mucho entre obras sociales, prepagas y sistemas provinciales. En la realidad, muchas parejas logran algún grado de cobertura para la FIV básica, pero el DGP suele considerarse un procedimiento de alta complejidad o un “plus” tecnológico y a menudo requiere copagos importantes o financiación íntegramente privada. Es clave pedir presupuestos detallados en la clínica y exigir por escrito la respuesta de la obra social o prepaga respecto de qué se cubre y qué no.

Probabilidades de éxito y riesgos

Las probabilidades de embarazo y de nacimiento dependen sobre todo de la edad de la mujer, de la reserva ovárica, de la calidad del semen, de la causa de la infertilidad y de cuántos embriones resultan genéticamente aptos para transferir. Los registros internacionales y la experiencia de centros argentinos muestran tasas de nacimiento por transferencia en torno al 20–25 %, mayores en pacientes jóvenes y más bajas a partir de los 40 años.

Edad de la mujerTasa de nacimiento por transferenciaInterpretación con DGP
< 35 años≈ 30–40 %A menudo hay varios embriones aptos; el PGT puede reducir abortos y transferencias innecesarias.
35–39 años≈ 20–30 %El PGT-A ayuda a identificar embriones euploides y evitar parte de los intentos fallidos.
≥ 40 años< 20 %Menos embriones con cariotipo normal; el DGP aclara el pronóstico, pero no compensa el efecto de la edad.

Riesgos médicos y emocionales

  • Biopsia y mosaicos – la biopsia de trofoectodermo en día 5–6 se considera segura en manos expertas, pero los embriones mosaico (mezcla de células normales y anormales) son difíciles de interpretar y pueden llevar a resultados límite o inciertos.
  • Efectos hormonales – la estimulación ovárica puede causar hinchazón, molestias abdominales, cambios de ánimo y, raramente, síndrome de hiperestimulación ovárica. Los protocolos actuales reducen este riesgo, pero no lo eliminan al 100 %.
  • Incertidumbre del niPGT-A – los métodos no invasivos son prometedores, pero su precisión aún no iguala de forma consistente al PGT-A clásico. En teoría, podrían descartarse embriones con buen potencial o priorizar otros menos viables.
  • Carga emocional y económica – la combinación de tratamientos prolongados, riesgo genético, esperas y costos altos puede ser muy estresante. El acompañamiento psicológico, los grupos de apoyo y una planificación financiera realista son fundamentales.

Comparativa internacional 2025

Algunas parejas en Argentina consideran realizar parte del tratamiento en el extranjero, ya sea por costos, por programas de donantes o por acceso a determinadas tecnologías. Algunos puntos de referencia:

Argentina

  • Buena disponibilidad de centros de reproducción asistida de alta complejidad en grandes ciudades, con oferta creciente de DGP.
  • Costos inferiores a los de muchos países desarrollados, pero altos en relación con los ingresos locales; el acceso real depende mucho de la cobertura de obra social o prepaga.
  • Marco legal que reconoce el derecho al acceso a las técnicas, pero con desafíos en la implementación y grandes diferencias entre jurisdicciones.

Brasil

  • Mercado de reproducción asistida grande, con amplia experiencia en DGP y programas de donantes.
  • Costos comparables o algo superiores a los de centros privados argentinos, dependiendo del cambio y la ciudad.
  • Marco regulatorio definido por el Consejo Federal de Medicina, con reglas claras sobre número de embriones y uso de PGT.

Chile

  • Oferta de FIV y DGP en expansión, concentrada en centros privados.
  • Costos frecuentemente más altos que en Argentina, pero con ciertas facilidades para pacientes chilenos.
  • Entorno regulatorio en desarrollo; es importante revisar acreditaciones y resultados de cada clínica.

España

  • Uno de los destinos más consolidados para reproducción asistida y DGP en Europa, con muchos programas de donantes y amplia experiencia.
  • Marco legal claro y costos por ciclo de FIV con DGP comparables a la parte alta de la horquilla argentina, según el tipo de cambio.
  • Puede resultar atractivo para parejas con ciudadanía europea o familiares residentes en España.

Estados Unidos

  • Amplísima disponibilidad de PGT-A y PGT-M, incluso para indicaciones más amplias.
  • Costos muy elevados: un ciclo de FIV con PGT puede superar fácilmente los 25.000–30.000 USD.
  • Relevante sobre todo para argentinos residentes en Norteamérica o que buscan programas muy específicos y tienen seguro adecuado.

Marco legal en Argentina

En Argentina, el diagnóstico genético preimplantacional se enmarca en un conjunto de normas sobre reproducción médicamente asistida, derechos de los pacientes y bioética. La base es la Ley 26.862 de Reproducción Médicamente Asistida y su Decreto Reglamentario 956/2013, complementados por disposiciones del Ministerio de Salud y normativas provinciales.

  • La ley reconoce el acceso a técnicas de reproducción médicamente asistida como parte de las prestaciones de salud que deben brindar obras sociales, prepagas y el sector público, dentro de ciertas condiciones.
  • El uso de DGP se considera aceptable para evitar la transmisión de enfermedades genéticas graves o reordenamientos cromosómicos, con asesoramiento genético y consentimiento informado.
  • La selección de sexo por motivos no médicos se considera éticamente inaceptable y puede entrar en conflicto con normas de derechos humanos; los centros serios no la ofrecen.
  • Los centros de reproducción asistida deben estar habilitados, cumplir requisitos de calidad y reportar su actividad a las autoridades sanitarias competentes.
  • La criopreservación, el tiempo de almacenamiento y el destino de los embriones sobrantes se regulan mediante consentimientos específicos y se interpretan a la luz del Código Civil y Comercial y la normativa vigente.

Como la reglamentación y las exigencias pueden cambiar con el tiempo y diferir entre provincias, es importante basarse en información actualizada del propio centro de reproducción y, si es necesario, solicitar asesoría legal antes de tomar decisiones sobre almacenamiento prolongado de embriones, donación o tratamientos en el exterior.

Consejos prácticos para parejas

  1. Informate en fuentes confiables – empezá por sociedades científicas, hospitales públicos de referencia y organismos oficiales antes de tomar decisiones basadas en redes sociales o publicidad.
  2. Pedí un presupuesto detallado – solicitá por escrito un desglose de FIV, PGT, medicación, honorarios, quirófano, anestesia, criopreservación y posibles “add-ons”.
  3. Revisá cobertura y derechos – hablá con tu obra social, prepaga o seguro, mencioná la Ley 26.862 y pedí que te indiquen por escrito qué parte del tratamiento y de las medicaciones cubren.
  4. Planificá varios intentos – sobre todo si hay edad avanzada o una patología genética compleja, es frecuente necesitar más de un ciclo para conseguir un embrión apto y un embarazo evolutivo.
  5. Armá una red de apoyo – el acompañamiento psicológico, los grupos de pacientes y el apoyo de familia y amistades ayudan a atravesar la ansiedad, la culpa y la incertidumbre que muchas veces acompañan estos procesos.

Alternativas al DGP y aspectos éticos

El DGP no es la opción adecuada ni accesible para todas las parejas. Entre las alternativas se encuentran un embarazo espontáneo o con FIV seguido de diagnóstico prenatal (biopsia de vellosidades coriales, amniocentesis), el uso de semen u óvulos de donante para evitar transmitir una mutación conocida, la adopción, el acogimiento familiar o la decisión consciente de no realizar pruebas genéticas.

Desde el punto de vista ético, muchas parejas en Argentina se mueven entre el deseo de tener un hijo lo más sano posible, el respeto a la diversidad funcional, las creencias personales y religiosas y la preocupación por normalizar la selección de embriones. Un buen asesoramiento genético y psicológico facilita explorar estos temas con calma y tomar decisiones que estén alineadas con los propios valores, más allá de las expectativas sociales o familiares.

Conclusión

El diagnóstico genético preimplantacional puede ayudar a algunas parejas argentinas con alto riesgo genético a evitar enfermedades graves y reducir determinados abortos. La técnica está madura y disponible en distintos centros del país, pero sigue siendo costosa, emocionalmente exigente y se apoya en un marco legal que aún presenta desafíos de implementación. Informarse bien, ajustar expectativas y buscar apoyo profesional y comunitario son pasos claves para decidir si el DGP encaja en su proyecto de maternidad o paternidad.

Descargo de responsabilidad: El contenido de RattleStork se brinda solo con fines informativos y educativos generales. No constituye asesoramiento médico, legal ni profesional; no se garantiza un resultado específico. El uso de esta información es bajo su propia responsabilidad. Consulte nuestro descargo de responsabilidad completo.

Preguntas frecuentes (FAQ)

El diagnóstico genético preimplantacional significa que los embriones obtenidos en un ciclo de FIV o ICSI se analizan genéticamente en el laboratorio antes de transferir uno de ellos al útero. En familias con un riesgo muy alto de enfermedad hereditaria o con abortos de repetición, el DGP puede reducir la probabilidad de un nuevo embarazo afectado o de otra pérdida antes de que el embarazo se consolide.

PGT-A analiza el número de cromosomas del embrión y se centra en detectar aneuploidías que suelen causar fallas de implantación o abortos; PGT-M estudia una mutación monogénica específica conocida en la familia, como fibrosis quística o ciertas enfermedades hematológicas; y PGT-SR evalúa reordenamientos estructurales de los cromosomas, como translocaciones equilibradas, que pueden llevar a abortos o descendencia no viable.

En Argentina, el DGP se indica principalmente en parejas con riesgo elevado de enfermedad genética grave, con reordenamientos cromosómicos en uno de los progenitores, con embarazos previos afectados o con abortos recurrentes de probable causa genética. El PGT-A como herramienta de selección embrionaria se considera especialmente en mujeres de mayor edad o con múltiples fallas de implantación, siempre luego de una evaluación personalizada en la unidad de reproducción.

Un ciclo típico con DGP suele durar entre cuatro y seis semanas desde el inicio de la estimulación ovárica hasta la primera posible transferencia embrionaria, sobre todo si se decide transferir en un ciclo diferido con embriones vitrificados. Además, hay que contemplar el tiempo necesario para la asesoría genética, el armado del estudio en PGT-M y la gestión de autorizaciones y coberturas con la obra social o prepaga.

Las probabilidades dependen en gran medida de la edad, la reserva ovárica, la calidad del semen y la enfermedad de base. En muchos registros, las tasas de nacimiento por transferencia se ubican alrededor del 20–30 %, con valores más altos en mujeres menores de 35 años y más bajos en la década de los 40. El DGP puede reducir abortos y transferencias infructuosas en determinados grupos, pero es frecuente necesitar más de un ciclo para lograr un bebé en casa.

En la biopsia de blastocisto que se realiza hoy en día se extraen solo unas pocas células de la parte externa del embrión (trofoectodermo). Los grandes estudios internacionales no han demostrado un aumento claro de malformaciones cuando el procedimiento se realiza en centros con experiencia. Sin embargo, la biopsia podría influir en la capacidad de implantación, por lo que debe realizarse únicamente en laboratorios con altos estándares de calidad y resultados auditados.

Un embrión mosaico contiene una mezcla de células genéticamente normales y anormales. Como el DGP analiza solo una pequeña muestra de células, puede resultar difícil saber si el embrión completo tiene potencial de desarrollarse de forma sana. La decisión de transferir o no un embrión mosaico depende del tipo de alteración cromosómica, de los criterios del laboratorio y de la historia clínica de la pareja, y debe tomarse tras un asesoramiento detallado con el equipo de reproducción y genética.

Las técnicas no invasivas como el niPGT-A, que analizan ADN en el medio de cultivo, están en plena fase de investigación y han mostrado resultados interesantes, pero en general todavía no igualan la precisión del PGT-A clásico basado en biopsia. Por eso, la mayoría de las clínicas argentinas que las ofrecen lo hacen como complemento o en el marco de protocolos de investigación, explicando claramente sus limitaciones.

En la práctica, muchas parejas deben prever un gasto total que, sumando tratamiento, medicación, DGP y criopreservación, puede ubicarse fácilmente en el rango de varios millones de pesos por intento, especialmente si se requieren más de uno o dos ciclos. La cifra exacta depende de la clínica, la ciudad, la cotización y el grado de cobertura de la obra social o prepaga, por lo que es indispensable contar con un presupuesto personalizado y actualizado por escrito.

La Ley 26.862 establece la cobertura de técnicas de reproducción asistida, pero la interpretación de qué se incluye concretamente varía entre obras sociales y prepagas. En muchos casos se cubre parte de la FIV básica y de la medicación, mientras que el DGP se financia en forma parcial o queda totalmente a cargo de la pareja. Por eso es clave presentar la indicación médica, citar la ley y pedir respuestas formales por escrito antes de iniciar el ciclo.

El DGP se practica en Argentina dentro del marco de la Ley 26.862, su decreto reglamentario y otras normas de salud y bioética. Las clínicas deben estar habilitadas por las autoridades sanitarias, cumplir estándares técnicos y éticos, y trabajar con consentimiento informado y asesoramiento adecuado. La selección de sexo por motivos no médicos no está permitida en la práctica responsable, y el uso del DGP debe centrarse en indicaciones médicas justificadas.

Las alternativas incluyen un embarazo con diagnóstico prenatal posterior (biopsia de vellosidades coriales o amniocentesis), el uso de gametos de donante para evitar transmitir una mutación concreta, la adopción o el acogimiento familiar, o la decisión de no utilizar pruebas genéticas. Cada opción tiene implicancias médicas, legales, económicas y emocionales diferentes, que conviene analizar con el equipo de salud y, si es posible, con apoyo psicológico especializado.

Un buen centro se caracteriza por contar con habilitaciones vigentes, compartir tasas de éxito y complicaciones, ofrecer asesoramiento genético y psicológico, trabajar con laboratorios acreditados y ser transparente en sus costos. Si pensás en el exterior, revisá la normativa del país de destino, las acreditaciones y cómo se organizará el seguimiento cuando vuelvas a Argentina. Siempre deberías sentir que tus preguntas son bienvenidas y que podés tomar decisiones sin presión ni apuro.