La infertilidad masculina se refiere a la capacidad reducida de un hombre para concebir un hijo. Se diagnostica cuando, pese a no existir problemas identificables en la pareja femenina, no se produce embarazo o los análisis de semen repetidos muestran resultados anómalos. Los hombres contribuyen aproximadamente al 40 % de los casos de infertilidad en las parejas.
Infertilidad primaria y secundaria
Infertilidad primaria se refiere a parejas que nunca han concebido.
Infertilidad secundaria se refiere a parejas que han concebido anteriormente pero ya no pueden concebir de nuevo.
Causas principales
Los factores más comunes se agrupan en las siguientes categorías:
1. Varicocele
La dilatación varicosa de las venas del escroto provoca acumulación de calor que dificulta la producción de espermatozoides.
- Diagnóstico: Ecografía testicular o examen físico (Guía de la EAU).
- Tratamiento: Ligadura microquirúrgica o embolización percutánea.
2. Desequilibrios hormonales
Niveles bajos de testosterona (hipogonadismo) o alteraciones en las hormonas LH/FSH pueden impedir la producción de espermatozoides.
- Diagnóstico: Análisis de sangre para testosterona, LH, FSH y TSH (PubMed 2016).
- Tratamiento: Terapia de reemplazo hormonal o ajuste de medicamentos.
3. Factores genéticos
Anomalías cromosómicas (por ejemplo, síndrome de Klinefelter) o microdeleciones en el cromosoma Y pueden reducir significativamente el recuento y la calidad de los espermatozoides.
- Diagnóstico: Cariotipo y pruebas PCR (PubMed 2013).
- Asesoramiento: Consejería genética para orientar la planificación familiar.
4. Infecciones
Infecciones como clamidia, gonorrea o parotiditis pueden inflamar el tracto reproductor y los testículos.
- Diagnóstico: Pruebas de hisopado o de orina y detección de anticuerpos (Guías de ETS de CDC).
- Tratamiento: Terapia antibiótica o antiviral temprana.
5. Trastornos eyaculatorios y eréctiles
Condiciones como la eyaculación retrógrada o la disfunción eréctil pueden impedir la liberación adecuada del semen.
- Diagnóstico: Evaluación urológica y de salud sexual.
- Tratamiento: Inhibidores de la PDE5, terapia de inyección o consejería psicosexual.
6. Trastornos metabólicos
La diabetes, la obesidad y las enfermedades crónicas del hígado o los riñones pueden alterar el equilibrio hormonal y la producción de espermatozoides.
- Diagnóstico: Pruebas de glucemia y perfil de lípidos, evaluación del IMC.
- Tratamiento: Modificación del estilo de vida, control de peso y manejo óptimo de las condiciones subyacentes.
7. Peso y nutrición
El exceso de grasa corporal puede elevar los niveles de estrógenos y reducir la testosterona. Una dieta rica en nutrientes favorece la salud espermática.
- Alta en antioxidantes: bayas, frutos secos, verduras de hoja verde (vitaminas C y E, zinc, selenio).
- Macronutrientes equilibrados: proteínas de calidad y cereales integrales.
8. Exposiciones ambientales y laborales
Los productos químicos, disolventes, metales pesados y la exposición prolongada al calor pueden dañar el tejido testicular.
- Use ropa de protección en laboratorios o al manipular pesticidas.
- Evite baños calientes o saunas antes de proporcionar una muestra de semen.
9. Daño en el ADN espermático
El estrés oxidativo puede provocar fragmentación del ADN de los espermatozoides, reduciendo su potencial de fertilización.
- Diagnóstico: Pruebas de fragmentación del ADN.
- Tratamiento: Suplementación con antioxidantes (vitaminas C y E, zinc, selenio) y manejo del estrés.
10. Anomalías congénitas
Condiciones como testículos no descendidos o anomalías congénitas de los conductos pueden afectar la fertilidad.
- Diagnóstico: Historia clínica y examen físico.
- Tratamiento: Corrección quirúrgica o técnicas de reproducción asistida.
Recomendaciones de estilo de vida
Junto con el tratamiento médico, las prácticas de vida saludables pueden mejorar significativamente la fertilidad.
- Ejercicio: 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana para mejorar la circulación y el equilibrio hormonal.
- Dieta: Incluya frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales para obtener nutrientes esenciales.
- Control de peso: Mantenga un IMC entre 20 y 25 para reducir la inflamación y optimizar los niveles de testosterona.
- Sueño y estrés: Duerma de 7 a 8 horas y practique técnicas de relajación para reducir el cortisol y favorecer la espermatogénesis.
Evaluación diagnóstica
- Análisis de semen según las guías de la OMS
- Perfil hormonal (testosterona, LH, FSH, TSH, prolactina)
- Ecografía andrológica
- Detección de infecciones (clamidia, gonorrea, parotiditis)
- Pruebas genéticas ante resultados anormales
- Evaluación de varicocele
Tratamiento y técnicas de reproducción
Las opciones quirúrgicas, las terapias hormonales y procedimientos como la ICSI o la FIV ofrecen caminos adicionales. En la ICSI, un solo espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo, siendo especialmente efectiva en caso de bajo recuento de espermatozoides (Estudio 2018).
Lista de comprobación práctica
- Prepare su muestra de semen y los resultados de las pruebas correspondientes
- Lleve los informes hormonales y de ecografía a su cita
- Programe consultas con un urólogo y un andrólogo
- Verifique la cobertura del seguro y las opciones de reembolso
Conclusión
La infertilidad masculina es compleja pero a menudo tratable. Una evaluación exhaustiva, un plan de tratamiento personalizado y cambios saludables en el estilo de vida pueden mejorar significativamente los resultados. Busque atención especializada temprano y aproveche las técnicas modernas para lograr sus objetivos familiares.