En España, la donación de esperma está regulada por un conjunto de leyes y decretos que garantizan tanto la seguridad médica como los derechos de las personas implicadas. Este artículo repasa el marco legal vigente en 2025, detalla los estándares clínicos, describe el proceso en centros autorizados y examina cuestiones de filiación, anonimato, herencias y vías privadas como RattleStork.
Marco legal: ¿qué regula la donación de esperma?
La principal norma es la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, que establece:
- Gratuidad y anonimato: la donación de gametos debe ser gratuita, formal y confidencial ―no puede haber contraprestación económica―
- Centros autorizados: solo pueden realizarse donaciones en clínicas y bancos de gametos debidamente acreditados.
- Registro de donantes: el Registro Nacional de Donantes, gestionado por el Instituto de Salud Carlos III, almacena los datos no identificativos durante al menos 30 años.
El Real Decreto 9/2014 refuerza el principio de altruismo y prohíbe cualquier remuneración al donante.
¿Quiénes pueden acceder a la donación en España?
- Parejas heterosexuales: en casos de infertilidad masculina o riesgo genético.
- Parejas de mujeres: se reconoce legalmente la co-maternidad desde 2006.
- Mujeres solteras: la ley permite el acceso sin necesidad de estar casada o en pareja.
No existe requisito de estado civil; basta con un informe médico que justifique la necesidad de la técnica.
Seguridad médica: ¿cómo se garantiza?
Antes de autorizar una donación, los centros realizan:
- Cribado serológico: VIH, hepatitis B/C, sífilis, clamidia
- Diagnóstico genético: detección de portadores de enfermedades como fibrosis quística o talasemia
- Evaluación psicológica
- Cuartentena de las muestras durante al menos 6 meses antes de su liberación
Solo en este entorno clínico se garantiza el cumplimiento de todos los protocolos de seguridad.
Proceso: ¿cómo funciona en un centro autorizado?
- Consulta inicial: médica, psicológica y legal
- Selección de donante: a través del banco de gametos o plataforma autorizada
- Preparación: análisis de ciclo, niveles hormonales
- Inseminación: IUI (inseminación intrauterina) o FIV (fecundación in vitro)
- Seguimiento: prueba de embarazo y apoyo hormonal si procede
Anonimato y derechos: ¿qué puede saber el hijo/a?
En virtud de la Ley 14/2006, la donación es anónima. El/la menor no tiene derecho a conocer la identidad del donante, solo datos no identificativos (características físicas, grupo sanguíneo, estudios, etc.). Solo en casos excepcionales de salud se podría revelar la identidad con autorización judicial.
Co-parentalidad y límites en la filiación
El Código Civil español permite inscribir hasta dos progenitores. Modelos de co-parentalidad con más de dos adultos carecen de reconocimiento legal directo; requieren acuerdos privados y figuras como la adopción o tutela compartida.
Desde 2006 se reconoce la co-maternalidad para parejas de mujeres.
Fiscalidad, manutención y herencias
Manutención
Al tratarse de donación gratuita en un entorno clínico, el donante no tiene ninguna obligación de manutención respecto al hijo o hija.
Fiscalidad
Los gastos derivados de la técnica no son deducibles como gasto médico ni carga familiar en la declaración de la renta.
Herencias
No existe derecho hereditario entre donante y descendiente cuando la donación se produce en un centro autorizado. Un acuerdo privado fuera de clínica puede generar incertidumbres.
Donación privada con RattleStork: precauciones legales
RattleStork facilita el contacto directo con donantes, permitiendo filtrar por perfil, estudios, grupo sanguíneo y otras características. Sin embargo, fuera de la clínica no se aplican los mismos protocolos sanitarios ni el anonimato está garantizado.

Se recomienda formalizar un contrato privado que aborde filiación, manutención y régimen de visitas.
Fuentes legales y recursos
Conclusión
La donación de esperma en España es segura y está fuertemente regulada, siempre que se realice en centros autorizados. Plataformas privadas como RattleStork ofrecen flexibilidad, pero a costa de mayores riesgos legales y sanitarios. Informarse y asesorarse adecuadamente es clave para tomar decisiones responsables y seguras.