Parto prematuro 2025: causas, señales de aviso y terapias modernas

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Zappelphilipp Marx
Recién nacido prematuro en incubadora en una unidad de neonatología

En todo el mundo, aproximadamente uno de cada diez bebés nace antes de la semana 37 de gestación. El parto prematuro es por tanto una de las principales causas de problemas de salud y mortalidad en la infancia. Esta guía explica de forma clara qué es un parto prematuro, qué señales de aviso se deben tomar en serio y cómo la medicina moderna protege hoy en día a los prematuros.

¿Qué es un parto prematuro?

Se habla de parto prematuro cuando un bebé nace antes de completar la semana 37 de gestación. Las sociedades científicas distinguen varios grupos porque el pronóstico y la atención difieren claramente.

CategoríaSemana de embarazoCaracterísticas típicas
Prematuridad extremaantes de la semana 28Inmadurez de todos los órganos, frecuencia de ventilación y monitorización intensiva.
Muy prematurosemana 28 a 31Atención en una neonatología especializada, mayor riesgo de problemas cerebrales y respiratorios.
Prematuro moderado y tardíosemana 32 a 36A menudo solo observación breve, pero más frecuentes trastornos de adaptación, hipoglucemia e ictericia neonatal.

En general: cuanto antes nazca un niño, más intensiva será la atención en el hospital y más importante será un seguimiento estructurado tras el alta.

Causas y factores de riesgo: por qué nacen los bebés antes de tiempo

Un parto prematuro rara vez se debe a una sola causa. Normalmente actúan varios factores juntos y en algunos casos el desencadenante queda sin identificar. Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran:

  • Infecciones: por ejemplo vaginosis bacteriana, infecciones del tracto urinario o gingivitis no tratada.
  • Embarazo múltiple y técnicas de reproducción asistida: gemelos o trillizos, especialmente tras FIV o ICSI, tienen un riesgo claramente mayor de parto prematuro.
  • Insuficiencia cervical: un cuello uterino demasiado corto o que se abre prematuramente, por ejemplo tras una conización.
  • Problemas placentarios: insuficiencia placentaria, desprendimiento prematuro o placenta de inserción baja.
  • Enfermedades maternas previas: hipertensión crónica, preeclampsia, diabetes, enfermedades autoinmunes y renales.
  • Estilo de vida: tabaquismo, consumo de alcohol o drogas, peso muy bajo o muy alto, alimentación desequilibrada.
  • Factores sociales y psíquicos: elevado estrés, violencia, problemas económicos o escasa red de apoyo en el día a día.

Recomendaciones detalladas para evaluar estas constelaciones de riesgo pueden consultarse, por ejemplo, en las guías nacionales y en las recomendaciones del Ministerio de Sanidad o de las sociedades científicas.

Señales de aviso de un parto prematuro inminente

No toda contracción es peligrosa. No obstante, existen síntomas que siempre deben valorarse con rapidez en una consulta o en un hospital:

  • Contracciones regulares y dolorosas antes de la semana 37 de gestación.
  • Sospecha de pérdida de líquido amniótico o rotura prematura de membranas.
  • Hemorragias vaginales, flujo marrón o de mal olor.
  • Fuerte sensación de presión hacia abajo o sensación de que el bebé "desciende".
  • Aclaramiento significativo del cuello uterino medido en la ecografía.

Complementariamente se emplean pruebas como la detección de fibronectina fetal o ciertos parámetros inflamatorios. Ayudan a estimar mejor el riesgo de parto en los días siguientes, pero nunca sustituyen la valoración clínica.

Prevenir el parto prematuro: prevención 2025

La prevención idealmente comienza antes de un embarazo planificado y continúa a lo largo de toda la gestación. Pilares importantes son:

  • Preparación óptima: buen control de enfermedades crónicas, dejar de fumar y asesoramiento sobre la medicación ya antes de la concepción.
  • Controles prenatales regulares: asistir de forma continua a las revisiones, incluyendo ecografías cervicales en situaciones de riesgo.
  • Progesterona en caso de cuello corto: el progesterona vaginal puede reducir el riesgo de parto prematuro en embarazos únicos con cuello uterino acortado.
  • Cerclaje o pesario cervical: en insuficiencia cervical marcada o abortos tardíos repetidos, el cerclaje o los pesarios de silicona estabilizan el cuello uterino.
  • Detección y tratamiento de infecciones: tratar de forma sistemática las infecciones urinarias, la vaginosis bacteriana u otras infecciones reduce el riesgo de complicaciones.
  • Estilo de vida saludable: dieta equilibrada, ejercicio dentro de las recomendaciones, sueño suficiente y reducción del estrés favorecen una gestación estable.

Muchos hospitales disponen de consultas específicas para embarazos de riesgo. Allí se pueden discutir riesgos individuales de parto prematuro y elaborar un plan personalizado.

Terapia aguda ante amenaza de parto prematuro

Si aparecen contracciones prematuras, sangrado o rotura de membranas, se trata de una situación urgente que siempre debe valorarse en un hospital. El procedimiento posterior se planifica de forma individual e puede incluir los siguientes elementos:

  • Monitorización de la madre y el bebé: monitor cardiotocográfico (CTG), ecografía, analíticas y cultivos para el diagnóstico de infecciones.
  • Tocolisis: fármacos para inhibir las contracciones como atosibán o antagonistas del calcio suelen retrasar el parto algunos días.
  • Corticosteroides antenatales: betametasona o dexametasona favorecen la maduración pulmonar y de otros órganos, especialmente entre las semanas aproximadamente 24 y 34 de gestación.
  • Sulfato de magnesio para neuroprotección: en partos muy prematuros el sulfato de magnesio puede reducir el riesgo de lesiones cerebrales graves.
  • Traslado a un centro perinatal: siempre que sea posible, se traslada a la gestante a un centro con neonatología altamente especializada antes del parto.

Orientación proporcionan, entre otros, las recomendaciones de la OMS sobre corticosteroides antenatales así como las guías nacionales de las sociedades científicas.

Neonatología moderna y el papel de los padres

Los centros perinatales combinan medicina de alta tecnología con cuidados orientados al desarrollo. Entre sus medidas se incluyen:

  • Conceptos de ventilación suaves con picos de presión lo más bajos posible para proteger el pulmón.
  • Inkubadoras modernas con regulación estable de temperatura y control del ruido.
  • Fomento sistemático de la leche materna, incluidas las bancos de leche y la adaptación individual de nutrientes.
  • Estándares de higiene rigurosos y profilaxis de infecciones.

Al mismo tiempo, el vínculo entre padres e hijo juega un papel central. El método canguro (contacto piel con piel), la participación temprana de los padres en los cuidados y el apoyo psicológico ayudan a sobrellevar el periodo intenso en la unidad y favorecen el desarrollo del niño.

Secuelas a largo plazo y seguimiento estructurado

Muchos prematuros moderados o tardíos alcanzan, con un buen apoyo, una vida escolar y profesional normal. No obstante, determinados problemas de salud son más frecuentes en prematuros:

  • Retrasos en el desarrollo fino y grueso de la motricidad.
  • Problemas de visión y audición que requieren cribado periódico.
  • Enfermedades respiratorias crónicas como displasia broncopulmonar o asma.
  • Dificultades de atención y aprendizaje, en ocasiones acompañadas de cargas emocionales.

Muchos niños se benefician de programas interdisciplinarios de intervención temprana, por ejemplo a través de centros de pediatría social, fisioterapia, terapia ocupacional o logopedia. Es importante que las familias se mantengan vigilantes, comuniquen cualquier anomalía y busquen apoyo cuando sea necesario.

Investigación y perspectivas de futuro

Equipos de investigación de todo el mundo trabajan en nuevas posibilidades para predecir mejor los riesgos de parto prematuro y para atender con mayor seguridad a los prematuros:

  • Biomarcadores y perfiles inmunitarios: pruebas sanguíneas que ayuden a identificar tempranamente riesgos individuales de parto prematuro.
  • Enfoques del microbioma: estudios que investigan si determinados probióticos pueden reducir el riesgo de enfermedades intestinales graves como la enterocolitis necrosante (NEC).
  • «Útero artificial»: sistemas experimentales que podrían proporcionar tiempo adicional de maduración para bebés extremadamente prematuros fuera del útero.
  • Acompañamiento digital: apps y telemedicina para monitorizar más estrechamente embarazos de riesgo y detectar señales de aviso de forma precoz.

Apoyo para las familias de prematuros

Además de la atención médica, las familias de prematuros necesitan información fiable y apoyo psicosocial. Organizaciones como la European Foundation for the Care of Newborn Infants (EFCNI) ofrecen materiales informativos, listas de verificación y puntos de contacto para las familias. Muchos hospitales colaboran además con iniciativas para prematuros, asesoramiento de lactancia, servicios de psicología y centros de pediatría social para facilitar la transición al domicilio.

Conclusión

No es posible evitar todos los partos prematuros. Sin embargo, conocer los factores de riesgo principales, tomar en serio las señales de aviso y optar por una atención basada en guías en un centro perinatal experimentado mejora las probabilidades de un inicio de vida lo más estable posible. Un buen seguimiento y un apoyo adecuado ayudan a los prematuros y a sus familias a recorrer este camino paso a paso.

Descargo de responsabilidad: El contenido de RattleStork se ofrece únicamente con fines informativos y educativos generales. No constituye asesoramiento médico, jurídico ni profesional; no se garantiza ningún resultado específico. El uso de esta información corre por su cuenta y riesgo. Consulte nuestro descargo de responsabilidad completo.

Preguntas frecuentes (FAQ)

Se estima que en España aproximadamente uno de cada diez bebés nace de forma prematura. La tasa exacta varía según la región y el año, pero en conjunto el parto prematuro sigue siendo una de las complicaciones más comunes del embarazo.

Un cuello uterino claramente acortado en la ecografía es uno de los factores de riesgo mesurables más importantes para un parto prematuro. Cuanto más corto sea el cuello y cuanto antes se abra el orificio cervical, mayor es la probabilidad de un nacimiento prematuro.

En determinadas situaciones, por ejemplo en embarazos únicos con cuello uterino acortado, el progesterona vaginal puede reducir el riesgo de parto prematuro. Si un tratamiento es adecuado lo decide el/la médico/a responsable según la situación global.

Un cerclaje o un pesario cervical se considera principalmente en casos de insuficiencia cervical marcada o abortos tardíos repetidos. El objetivo es dar soporte mecánico al cuello uterino para evitar o retrasar su apertura prematura.

Los tocolíticos son fármacos que frenan o detienen temporalmente las contracciones prematuras. Suelen prolongar el embarazo algunos días para ganar tiempo para la administración de corticosteroides y un posible traslado a un centro especializado.

Las inyecciones de maduración pulmonar con corticosteroides favorecen la maduración de los pulmones y de otros órganos del bebé. Reducen de forma probada el riesgo de problemas respiratorios graves y mejoran las posibilidades de supervivencia cuando no se puede evitar un parto muy prematuro.

En las unidades modernas para prematuros se aplican técnicas lo más suaves posible, por ejemplo soporte respiratorio con nCPAP o high-flow y ventilación con picos de presión bajos, para proteger los pulmones frágiles de los recién nacidos.

Con el método canguro el prematuro se coloca piel con piel sobre el pecho de uno de los progenitores. Esto ayuda a estabilizar la respiración, la temperatura y la frecuencia cardíaca, fortalece el vínculo y suele favorecer la lactancia y el bienestar de los padres.

Una prueba de fibronectina fetal negativa reduce notablemente la probabilidad de que el parto ocurra en los días siguientes. Puede ayudar a evitar hospitalizaciones innecesarias y a supervisar de forma más dirigida a las personas afectadas, pero no sustituye la valoración médica.

Los prematuros tienen una mayor incidencia de problemas en la motricidad, respiración, visión, audición o atención. Con controles periódicos y estimulación temprana, muchos niños pueden compensar estas desventajas iniciales y llevar una vida en gran medida normal.

Actualmente se investigan pruebas sanguíneas que miden señales inflamatorias e inmunitarias. Pretenden indicar con antelación el riesgo de parto prematuro, pero todavía no forman parte de la rutina clínica diaria.

La interacción de las bacterias intestinales parece influir en el riesgo de enfermedades intestinales como la NEC. Estudios iniciales sugieren que probióticos concretos podrían ser protectores, pero aún no hay recomendaciones definitivas.